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Como toda situación que la vida nos plantea y a la cual debemos enfrentarnos, la crisis sanitaria mundial a causa del COVID-19 nos ubicó frente a un nuevo dilema: ¿cómo podemos hacer voluntariado, decir presente y estar cerca de las personas necesitadas cuando no podemos ni siquiera salir de nuestras casas?

En esta coyuntura fue que surgió, y sigue estando presente entre nosotros, el concepto de voluntariado virtual. Este nuevo concepto vino para quedarse, y por lo tanto debemos conocerlo, familiarizarnos con él, analizarlo y adoptarlo para incluirlo y aplicarlo a nuestra rutina.

En este artículo vamos a reflexionar sobre las ventajas y los retos a los cuales nos enfrentamos ante esta nueva modalidad de ser voluntarios, de decir presente y de llegar a los más necesitados.

Ventajas

  • Nuevos voluntarios:

La primera ventaja del voluntariado virtual es que permite la incorporación de nuevos voluntarios. El fácil acceso a la tecnología y la mayor disponibilidad horaria al no tener que desplazarse a un lugar físico permiten que más personas quieran sumarse, especialmente aquellas que de otros modos no podrían. Al aumentar el recurso humano de la organización se pueden alcanzar y realizar nuevos proyectos.

Asimismo, la modalidad virtual no discrimina y facilita el acceso de personas con discapacidad a este mundo, así como la posibilidad de interacción y trabajo conjunto con una amplia red de personas que incluye otras culturas y otros países.

  • Agilidad:

La llegada de la tecnología a nuestras vidas trajo consigo un botón de cámara rápida. Al poder comunicarnos con cualquier persona en cuestión de milisegundos, y de poder hacer varias cosas y “estar en distintos lugares” al mismo tiempo, hizo que nuestros procesos se agilicen en general. El voluntariado virtual no es la excepción. Los voluntarios, en cuanto se registran, desean empezar a colaborar de manera inmediata. Ya no hay visitas de prueba a la organización o actividades planeadas con semanas de anticipación. El voluntariado virtual es ágil e inmediato, lo que permite acelerar los plazos de trabajo de las organizaciones.

  • Distinta exigencia:

Es muy importante tener en cuenta que el hecho que sea virtual no significa que este tipo de voluntariado no conlleve un alto grado de responsabilidad y de autoexigencia por parte del voluntario. Al contrario, el hecho de no tener el contacto presencial ni el seguimiento personal que esto conlleva, el voluntario debe autoexigirse para demostrar su interés y capacidad, lo que es una gran ventaja para las organizaciones.

  • Mayor capacitación:

El hecho de incorporar el trabajo remoto a los métodos de una organización facilita la colaboración e involucramiento de profesionales para asesoramiento y formación. Es más simple organizar capacitaciones para los voluntarios, asesoramiento de parte de profesionales de contaduría o comunicación, etc. Además, en estos momentos de pandemia, muchos profesionales quieren voluntarizarse y colaborar, pero no cuentan con el tiempo para hacerlo de manera continua. Es por esto por lo que ofrecerles una colaboración esporádica, de tan solo un par de horas, puede ser muy atractivo para ellos.

En resumen, el voluntariado virtual acorta el tiempo y las distancias.

Retos

  • Distinta gestión:

Al igual que el voluntariado presencial, el voluntariado virtual requiere de un trabajo de supervisión, conocimiento y seguimiento de voluntarios y del trabajo por parte de la organización. Este proceso, al no contar con la presencialidad a diario donde es más simple controlar y actuar cuando hace falta, puede significar un reto y nos exige una nueva gestión de voluntariado.

  • Brecha digital:

Los distintos conocimientos acerca de las tecnologías que puede haber entre los voluntarios entre sí, por un lado, y entre éstos y la organización, por otro, puede significar un problema. El reto será tener en cuenta esta brecha y buscar soluciones adecuadas, tales como la capacitación de voluntarios y la adaptación de proyectos.

  • Transmisión de valores:

La capacitación y la transmisión de los valores de la organización a los voluntarios, espacialmente a los nuevos que se unen ya en modalidad virtual, es todo un reto. ¿Cómo se puede impregnar a estos nuevos voluntarios con los valores de la organización de manera online? Cuando se cuenta con la presencialidad, es más simple transmitir la calidez humana y la visión de la organización, que se ve representada en su equipo y sus oficinas. En la modalidad virtual, debemos encontrar nuevos espacios de transmisión que sean igual de efectivos.

  • Medición del éxito:

Por último, definir la tarea, fijar los plazos de entrega y luego evaluar el impacto que dicha tarea ha tenido en la organización se puede complicar cuando estamos en modalidad virtual. Será cuestión de adaptar los métodos de medición, siempre que se pueda, a parámetros virtuales. Sobre este tema, te invitamos a leer el blog de Idealist.

¡Ya nos encontramos en el segundo trimestre del año! El 2021 no ha sido como lo esperábamos hasta ahora, y por lo tanto debemos poner de nuestra parte para seguir enfrentándonos a lo inesperado. Debemos planear el modo de seguir sirviendo a nuestras comunidades y encontrando maneras creativas de Hacer el Bien desde nuestros hogares. Es así como muchas personas estamos aprendiendo a encontrar nuestro espacio en el nuevo mundo del voluntariado virtual.

Luego de más de un año de confinamiento, muchas personas se dieron a la tarea de analizar y pensar cómo y en qué quieren mejorar y cambiar de cara al futuro. Mientras que algunas resoluciones son más difíciles de mantener, este año tan diferente brinda nuevas posibilidades de hacer voluntariado adaptado a nuestra disponibilidad y preferencias.

El voluntariado siempre presentó infinidad de beneficios, pero ahora el voluntariado virtual y digital ha traído nuevas posibilidades. Está ampliamente demostrado que colaborar con otras personas incrementa la autoestima, brinda la sensación del deber cumplido, genera felicidad, e incluso mejora la salud física y mental.

Te invitamos a leer nuestros artículos previos con ideas de voluntariado virtual.

¡Proponte Hacer el Bien para los demás, pero también para ti mismo, todo al mismo tiempo!

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