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No saber por dónde empezar es el primer obstáculo con el que te puedes cruzar al transformar tus buenas intenciones en acciones.

Queremos contribuir a hacer la diferencia y a veces antes de encontrar el primer obstáculo, ya nos hemos rendido… ¿Te suena lo de “Mi problema es que no sé por dónde empezar”? Y en consecuencia no empiezas por ninguna parte, sigues dando forma a la idea en tu cabeza, pero no te lanzas a actuar.

Pero , ¿cuáles son las razones más comunes detrás del “no sé por dónde empezar”?

  • Puede que te de miedo comenzar por ser la primera vez que piensas en desarrollar una idea así.

  • Puede que si estás pensando en crear un proyecto grande, pongamos por ejemplo una organización internacional de acción contra el hambre, solamente el imaginar cómo vas a hacer eso posible, te agobia y paraliza

  • Puede que te estés preguntando, ¿pero de verdad quiero o tengo el tiempo necesario para crear este compromiso?

  • O también es común el…  “yo creo que solo no puedo

Y así podríamos seguir hasta el infinito. Nos quedamos ahí, paralizados por el no saber, jugando con excusas, miedos, dudas, compromisos y haciendo finalmente… no mucho.

Si necesitas más inspiración sobre qué y cómo puedes aportar, lee este artículo

idea empezar

La respuesta es bien simple en realidad: si no sabes por dónde empezar, empieza por algún sitio. Para ayudarte a dar un primer paso después del cual todo parecerá más fácil toma nota de estas cinco claves que te ayudarán a “sí saber por dónde empezar”

  1. Verbaliza tu idea, compártela, habla en voz alta de ella. Eso generará un compromiso más fuerte contigo mismo para pasar a la acción. Ahora que la gente sabe lo que quiero hacer, debería comenzar a hacer algo… Puedes incluso buscar aliados entre aquellos que escuchan para no tener que avanzar tú solo.

  2. Determina la magnitud del proyecto, si estás pensando en algo tan grande que no puedes imaginar cómo abordar, filtra y comienza por algo más pequeño. Vuelta al ejemplo anterior, no comiences pensando que quieres acabar con el hambre en el mundo, empieza a ver cómo paliar la necesidad de los que lo están pasando mal en tu propia comunidad y escala desde ahí.

  3. ¿Quién está haciendo algo similar a mi idea con quien pueda hablar? No reinventemos la rueda, no trabajemos doble. Si localizas a alguien así, puedes bien sumarte a su proyecto o al menos conversar para conocer qué errores no debes cometer al desarrollar el tuyo. Ganarás en tiempo y perspectiva.

  4. Divide el proyecto en partes. Define cuáles son las principales cosas que debes lograr para alcanzar tu meta y establece fechas límites para cumplir cada uno de esos pasos. Esto te ayudará a no distraerte.

  5. Actúa, aquí y ahora. ¿Cuál es un paso al que te puedes comprometer aquí y ahora?. No lo pienses mucho, no tiene que ser algo grande, pero sí suficiente para que te de sensación de acción, de echar a rodar.

En definitiva, si te para no saber por dónde empezar, clarifica qué y su magnitud, planifica las fases que necesitarías ir completando y no dejes de dar un primer paso lo antes posible. Y recuerda, como dijo C.C. Cortéz, “Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso”.

¿Tienes un proyecto en mente? ¿Cuál sería un primer paso que podrías dar lo antes posible para echar a andar?

¡Suerte con el viaje!

Good Deeds Day in Brazil

Artículo publicado originalmente en http://blog.es.idealist.org/tengo-una-idea-para-cambiar-el-mundo-pero-no-se-por-donde-empezar/

En la serie “De la intención a la acción” Idealist analiza cuáles son los obstáculos más comunes que las personas encuentran y que les impiden transformar sus buenas intenciones en acción. Puedes leer su blog para tratar de encontrar las claves para revertir el obstáculo y ayudarte a seguir adelante.

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