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El Centro de Voluntariado RVC en Moldavia, que ha brindado apoyo y esperanza a muchas personas, especialmente en épocas de crisis, trabaja en alianza con el Día de las Buenas Acciones, una iniciativa anual cuyo pináculo es el Día Internacional de las Buenas Acciones que se celebra todos los años en abril y que promueve hacer el bien durante los 356 días del año. Esta gran iniciativa fue creada por la empresaria y filántropa Shari Arison en el año 2007 en Israel y actualmente cuenta con millones de participantes en 115 países alrededor del mundo.

En octubre del año pasado, el Centro de Llamadas de Chisinau, un proyecto del Centro de Voluntariado RVC, pasó a modo de emergencias y comenzó a realizar llamadas de apoyo a los ciudadanos de Israel de habla rusa, especialmente a residentes de las ciudades de Ashkelon y Ashdod.  Esta iniciativa, liderada por voluntarios capacitados por JDC, marcó un antes y un después en la historia del centro de voluntariado, ya que demostraron su compromiso incondicional de brindar apoyo y asistencia a quienes más lo necesitan.

Empatía y apoyo a la distancia
En medio de la incertidumbre y los desafíos globales, las llamadas de apoyo a los ciudadanos israelíes en crisis demostraron la resiliencia y la compasión de los voluntarios del Centro de Llamadas de Moldavia. Las llamadas les generaron a los voluntarios inquietud a la vez que sentimientos de empatía y deber ya que muchos de ellos tienen familiares, amigos y conocidos viviendo en Israel y por lo tanto sentían una conexión personal con la situación que estaban viviendo los receptores de sus llamadas.

“Muchos de nosotros tenemos familiares y amigos en Israel y no podemos permanecer indiferentes ante lo que sucede en ese país. Por nuestra experiencia aquí en Chisinau con los adultos mayores, sabemos de las dificultades que enfrentan principalmente aquellos que viven solos por lo tanto estamos muy atentos y sensibles a los problemas de esta población que se encuentra en una situación tan complicada y nos reconforta saber que están tranquilos, que se las arreglan bien y que no han sido abandonados ya que voluntarios locales los visitan. Ellos necesitan mucho apoyo tanto físico como moral y saber que sienten el cariño de los voluntarios locales y de nosotros a través de las llamadas nos llena de esperanza y nos inspira ya que nuestra tarea es importante y representa una gran buena acción”, declaró Olga Sakharova, una voluntaria del centro de llamadas a Goodnet.

Durante esos días tan difíciles, el trabajo de los voluntarios de Moldavia se vio premiado con las respuestas tranquilizadoras de los beneficiarios en Israel. Fue reconfortante saber que tuvieron acceso a alimentos y a vivienda segura gracias al apoyo y trabajo de voluntarios locales, de autoridades municipales y también de iniciativas comunitarias. Muchos de los adultos mayores encontraron refugio en residencias para la tercera edad y recibieron apoyo de sus hijos, nietos y vecinos.

La colaboración entre el centro de llamadas, JDC y los municipios de las ciudades israelíes fue crucial para organizar y planear todo el proceso que tuvo por objetivo central apoyar a los adultos mayores en esta época de crisis.  La línea directa se convirtió en un salvavidas para aquellos que buscaban información sobre evacuación y distribución de ayuda humanitaria y otros recursos. Los voluntarios trabajaron incansablemente en turnos para asegurar que cada llamada fuera atendida prontamente con el cuidado y la diligencia que fuera necesaria.

Más allá de los aspectos logísticos, estas llamadas de apoyo significaron mucho más que brindar información, ofrecieron una sensación de seguridad, solidaridad y conexión humana en tiempos desafiantes. La decisión de los voluntarios de dar un paso al frente y estar ahí para los demás a pesar de sus propias preocupaciones e incertidumbres, fue un ejemplo de resiliencia y bondad que define los esfuerzos humanitarios.

Combatiendo la soledad a nivel comunitario
En setiembre del 2019, el Centro de Llamadas de Moldavia fue renovado y ampliado. Antes de su remodelación, este centro llevaba a cabo proyectos como “Oídos libres” y “Mantente informado,” cuyo objetivo era combatir la soledad y mantener a los adultos mayores conectados con su comunidad. Iniciativas como estas jugaban un rol importante en la vida de esta población, pero fue durante la pandemia que cobraron aún más relevancia cuando el aislamiento dejó a muchas personas mayores desconectadas y en soledad.

La prueba máxima de resiliencia del centro de llamadas fue en febrero del 2022 cuando comenzó la guerra en Ucrania. Operando en situación de emergencia, los voluntarios estuvieron abocados a llegar a los socios de Hessed Ucrania para ofrecerles su apoyo y conocer sobre sus necesidades básicas. Desde medicinas a asistirlos en una emergencia y ayudarlos en su evacuación, los voluntarios trabajaron incansablemente atendiendo todas las llamadas y brindando información vital a quienes se encontraban en peligro.

En medio del caos y los desafíos prevaleció la camaradería y la bondad. Los voluntarios se turnaron para garantizar la maximización de los recursos disponibles y lograr ayudar a la mayor cantidad de necesitados posible. Las llamadas no fueron solamente para proveer información, sino que también ofrecían apoyo moral, particularmente a aquellos que no podían ser evacuados debido a su edad o problemas de salud.

A medida que la situación en Ucrania se estabilizó, el centro de llamadas volvió a su operación habitual. Los voluntarios interactuaron con los beneficiarios de manera personal y exclusiva, conversando de diversos temas, invitándolos a los eventos comunitarios y transmitiéndoles los mejores deseos para las fiestas judías que se avecinaban.  La costumbre que conservan de llamar a cada socio de Hessed Moldavia el día de su cumpleaños, fortaleció aun más los lazos de amistad y solidaridad.

El impacto del esfuerzo y la dedicación de los voluntarios va más allá del centro de llamadas. Esta experiencia no solo hizo más sólidos los lazos de amistad y camaradería entre los voluntarios, sino que también fortaleció la misión del centro de servir con amabilidad y empatía a la vez de tener un firme compromiso de marcar una diferencia positiva en la vida de los demás.

El Día de las Buenas Acciones es un día global de hacer el bien y es el pináculo de esta iniciativa anual de buenas acciones. Creado por la empresaria y filántropa Shari Arison en el año 2007, el Día de las Buenas Acciones ha ido creciendo y actualmente se encuentra presente en 115 países y cuenta millones de participantes. Este año será el domingo 14 de abril.

Este artículo se publicó originalmente en  Goodnet y lo publicamos aquí con permiso.

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