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(Gorodenkoff / Shutterstock.com)

A raíz del ataque del pasado 7 octubre perpetrado por la organización terrorista Hamás y en medio de este conflicto en curso, los hospitales en Israel se han visto enfrentados a un aumento abrumador de víctimas lo que ha llevado a que sus recursos y el personal hospitalario se encuentren al límite de sus capacidades. En una gran muestra de solidaridad y compasión, docenas de médicos especialistas en emergencias de todo el mundo, respondieron al llamado de apoyo dejando atrás a sus familias y sus vidas para responder al pedido de ayuda de los hospitales israelíes, informa Ynet News.

Respondiendo con humanidad
La magnitud de la tragedia del 7 de octubre conmocionó profundamente no solamente a Israel, sino que a todo el mundo y provocó una respuesta inmediata y real de la comunidad médica internacional. Médicos y otros profesionales de la salud, motivados por el sentido del deber y la humanidad, se ofrecieron como voluntarios y pusieron al servicio de los hospitales israelíes que se vieron enfrentados a una gran afluencia de pacientes gravemente heridos, su experiencia y apoyo.

“Se trata de personas con mucha experiencia y una gran gama de habilidades y cada una de ellas puede tener un impacto significativo. Todos sentimos que debemos estar en Israel para apoyar a nuestros hermanos y hermanas durante este momento tan difícil,” compartió con Ynet News el Dr. Ari Greenwald, emergenciólogo de Toronto, Canadá, y agregó: “Es sorprendente la fortaleza mental y la fuerza interior que tiene los israelíes lo cual es una bendición, por un lado, pero puede también jugar en su contra. Hemos visto que los médicos israelíes hacen hasta lo imposible para cumplir con su trabajo incluso si deben trabajar el doble con la mitad del personal. No se quejarán, no pedirán ayuda y seguirán trabajando con orgullo y un tremendo sentido de responsabilidad hacia sus pacientes, pero, por otro lado, el precio que pagan con el tiempo puede ser el agotamiento.”

La decisión de los médicos extranjeros de ofrecerse como voluntarios en una zona de conflicto dice mucho sobre su compromiso inquebrantable de salvar vidas y aliviar el sufrimiento, independientemente de los desafíos que deban enfrentar. Es un testimonio viviente de los valores universales de compasión y solidaridad que trascienden fronteras y no conocen de límites.

 

Integración en el sistema sanitario local
A su arribo a Israel, estos profesionales de la salud rápidamente se integraron a los equipos hospitalarios y se unieron a los esfuerzos locales de atención de emergencias trabajando incansablemente a la par de sus colegas israelíes para clasificar pacientes, realizar procedimientos para salvar vidas y brindar atención compasiva a las víctimas de la violencia.

“Las personas en Israel me han preguntado reiteradamente: ‘¿Por qué dejar toda tu vida en otro país para venir acá?’ Mi respuesta es que es un privilegio estar aquí. Todos los que tenemos la oportunidad y el privilegio de venir a ayudar, sentimos que recibimos mucho más de lo que damos. Estamos listos para servir de la manera que sea, trabajar en turnos en la tarde y en la noche, supervisar y enseñar a los residentes, realizar sesiones de simulación y capacitación, en realidad cualquier cosa que se necesite en el departamento de emergencias,” dijo el Dr. Greenwald.

Los servicios nacionales de emergencias médicas, ambulancias y banco de sangre de Israel, conocidos colectivamente como Maguen David Adom (MADA) o Estrella de David Roja, fueron llevados al límite el pasado 7 de octubre y en las semanas siguientes. Según The Jerusalem Post, más de 170 médicos especialistas de Estados Unidos y otras naciones se han unido a las filas del Maguen David Adom como voluntarios desde que comenzó la guerra para brindar atención médica en el país.

“Los israelíes compartieron historias conmigo. Es impresionante como la vida continua a pesar de estar en guerra. Las dos partes (los voluntarios y MADA) se benefician de la situación y demuestran que estamos juntos en esto,” declaró al Jerusalem Post el cardiólogo neoyorkino Dr. Josh Shatzkes, quien recientemente trabajó como voluntario varias semanas en MADA.

La presencia de profesionales internacionales de la salud en Israel no solo significó un alivio para el sistema de salud sobrecargado por las consecuencias de la guerra, sino que sirvió también como un símbolo poderoso de unidad y solidaridad frente a la adversidad. A pesar de provenir de culturas y entornos diferentes, los médicos trabajaron juntos formando un equipo cohesionado impulsados por un objetivo común: salvar vidas y curar heridos. Sus acciones altruistas y desinteresadas nos recuerdan la importancia de mantenerse juntos y unidos en tiempos de crisis ofreciendo apoyo y asistencia a nuestros semejantes independientemente de su nacionalidad y religión.

Este artículo se publicó originalmente en  Goodnet y lo publicamos aquí con permiso.

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